jueves, 10 de diciembre de 2009

XXXVI


Thánatos

En medio del camino de la Vida...
Dijo Dante. Su verso se convierte:
En medio del camino de la Muerte.

Y no hay que aborrecer a la ignorada
Emperatriz y reina de la Nada.
Por ella nuestra tela está tejida,
Y ella en la copa de los sueños vierte
Un contrario nepente: ¡ella no olvida!



Rubén Darío














(Para Darío, la princesa habíase perdido entre las veleidades de su palacio. Su darse cuenta obtuvo el mundo como recompensa y eje de angustia. Los perfumes se evaporaron lentos en la ventisca. Ahora, las hebras que dominan junto al Tiempo.
Tiempo, Darío mío... tan sólo Tiempo!)






3 comentarios:

Azul de Prusia dijo...

El poeta dice di nostra vita, no della vita, de la Vida:

Nel mezzo del cammin di nostra vita
mi ritrovai per una selva oscura
ché la diritta via era smarrita.
Ahi quanto a dir qual era è cosa dura
esta selva selvaggia e aspra e forte
che nel pensier rinova la paura!
Tant'è amara che poco è più morte;

hacer de la Vida nuestra vida, marcar la línea entre el fracaso escrito y la derrota imposible, hace que el tiempo nos done inmediatamente y sin condiciones, repentinamente, como en un beso fugaz, todo el hierro de su Ahora. En el hierro del Ahora se triunfa con ella y por ella. Nunca concederse al Tiempo, nunca, sino al Ahora.

Svidrigailov dijo...

No es Dante el que habla en ese verso, sino el Dante de Darío. Siendo él, además, un gran conocedor de la Literatura, dudo de que no haya conocido el texto original. Esa traducción -no literal, claro- de ese verso no está incluida aquí de manera gratuita, atiende más bien al sentido que se le quiere dar a la composición. Prefiero pensar que responde al Darío que no siente la vida como suya, sino como un objeto extraño (y aquí no se habla de fenomenología). El posesivo le es ajeno, la vida misma le resulta extraña -si se quiere, ominosa. Este es el Darío que se ha desencantado de las maravillas palaciegas y de "muy siglo diez y ocho".
Si bien su "Ahora", estimado Prusiano, es un esperanzador llamado a la acción (no me refiero aquí a matices revolucionarios), ¿por qué desestimar al Tiempo? ¿Cree mejor su Ahora? ¿No es el Ahora un "siendo" que nunca es? ¿No es siempre un discurrir en el Tiempo? ¿No es siempre una danza entre el pasado y el futuro? El Ahora siempre es útil sólo a la práctica -y eso es bueno-, pero se desvanece frente a la reflexión existencial. Lamentablemente, siempre somos seres en el Tiempo, no nos es posible definirnos dentro de la seguridad del Ahora, en su bella inmovilidad.

Azul de Prusia dijo...

Mi estimado Svidrigailov:

estaba al borde de su abismo sin fondo, viendo que nada se movía en el aire denso y oscuro, allá abajo. Pensé que había decidido aceptar aquel aire, aquella caída eterna, como su morada voluntaria. Pensé sobre todo que ud. había decidido crear el fondo de ese abismo al no encontrar uno, al no encontrarlo nunca, por más que aceleraba con sus brazos abiertos y su corazón contrito la caída. Entonces me decidí arrojarle una cuerda. Veo que le cayó encima, mientras, descansando, dormía entre alguna fisura del viento circular que se forma en toda caída inevitable y sin fin.

Me disculpará por haberlo despertado. Lo importante, después de todo, es que ud. aún vive, cayendo, pero vive. Cáigame para siempre, Sí, pero hacia los cielos. Este es el sentido de mi cuerda. No la lanzaré dos veces, lo recuerde.

En lo escrito no he puesto en duda el Dante de Darío. Afirmo simplemente que Dante canta de manera diferente. No estoy negando ni al Dante de Darío, ni al Dante de Svidrigailov que piensa al Dante de Darío en su composición con una imagen de Gustave Doré. Sólo afirmo simplemente lo que el poeta de la Vita nuova nos canta. Después de todo, sabemos que el infierno es siempre uno y real, igual que se niegue o se afirme, que lo haga Ud. o Darío, yo o Dante mismo.

Comparto simplemente el texto original del canto dantesco con Ud., no para poner en duda los conocimientos de Darío o los suyos indirectamente. Cuál haya sido el Dante de Darío, hombre ilustrado o no, no es importante para mí. Cuál sea ahora el Dante de Darío que ud. recuerda y desea compartirnos, tampoco es decisivo finalmente. Ahora el Darío muerto sabe bien de qué hablaba Dante, esto es lo único importante. Que haya sido la vida de Darío, que sea nuestra vida o la vida a secas, todo esto no vale nada para Darío ahora, nada. Para nosotros sí. Esta es la diferencia esencial, el sentido de mi cuerda. No se trata de ser altaneros con la Muerte, con la princesa ( o con Darío). No. Simplemente estar siempre del lado del Príncipe necesario, la vida simplemente y a pesar de todas las muertes ya escritas.

El Ahora es el revés de la eternidad en el Tiempo. El tiempo, no es mejor o peor, este sólo se forma alrededor de ese revés, como uno de sus lados. Depende de nosotros hacer nuestro ese revés o, de lo contrario, aceptar obedientes el tiempo del soberano que lo hizo suyo. Gracias al hierro del soberano, el manjar de la reflexión es siempre posible al borde de la vida. El Ahora no es un llamado ni a la acción, ni a la práctica. En el ahora, estas hipotecas de la finitud no son posibles. Tal vez lo haya confundido el término "prusiano": azul de Prusia es tan sólo un color, azul noche.

Hay un soneto de Góngora que es más digno de expresar el Ahora al que me refiero:

CLXV

Ilustre y hermosísima María,
Mientras se dejan ver a cualquier hora
En tus mejillas la rosada aurora,
Febo en tus ojos, y en tu frente el día,

Y mientras con gentil descortesía
Mueve el viento la hebra voladora
Que la Arabia en sus venas atesora
Y el rico Tajo en sus arenas cría;

Antes que de la edad Febo eclipsado,
Y el claro día vuelto en noche obscura,
Huya la aurora del mortal nublado;

Antes que lo que hoy es rubio tesoro
Venza a la blanca nieve su blancura,
Goza, goza el color, la luz, el oro.

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huya la Aurora, huya, no muera.